Si tienes una web y quieres mejorar su visibilidad en buscadores, seguramente ya sabes que el contenido es fundamental. Pero no se trata solo de crear textos nuevos todo el tiempo, sino también de optimizar lo que ya tienes. Ahí es donde entra la curación de contenidos en SEO.
A medida que el tiempo pasa, algunos artículos pierden relevancia, ciertas palabras clave dejan de ser efectivas y los criterios de Google evolucionan. Si no revisas y mejoras lo que ya has publicado, es probable que tu web pierda posiciones en los resultados de búsqueda. Esto te permite mantener tu sitio actualizado, mejorar la experiencia del usuario y hacer que tu contenido siga siendo útil y competitivo.
¿Qué es la curación de contenidos o content curation?
Curar contenidos en SEO significa optimizar los textos de tu web para que tengan más valor tanto para los usuarios como para los motores de búsqueda. No se trata solo de corregir errores o actualizar datos, sino de mejorar la calidad del contenido para hacerlo más útil, atractivo y relevante.
Con una buena curación de contenidos, tu web no solo será más visible en buscadores como Google o Bing, sino que también ofrecerá una mejor experiencia a los visitantes. Esto te permitirá conectar mejor con tu público y cumplir con los estándares de calidad que los buscadores premian.
¿Para qué sirve la curación de contenidos en SEO?
La curación de contenidos tiene importantes ventajas para el posicionamiento web, tanto orgánico como pagado. A continuación, te explicamos cuáles son:
Mejora el posicionamiento en buscadores
Al crear contenido de calidad y relevante, Google se fijará en él y lo recomendará en las búsquedas. Si, además, la entrada consigue buenas métricas, como un CTR alto, una baja tasa de rebote y un tiempo de permanencia elevado, más alto se posicionará.
De manera que al curar tus contenidos incrementas muchísimo las posibilidades de estar en las primeras posiciones de las SERP.
Elimina contenido obsoleto o de baja calidad
Mediante el content curation puedes descubrir contenido inútil en tu web, bien sea porque está desactualizado o porque no atiende bien la intención de búsqueda. En pocas palabras, la curación de contenidos te obliga a conservar información que aporta.
Por otro lado, eliminar el mal contenido atrae más backlinks de calidad, lo cual potencia mucho el posicionamiento.
Enriquece la experiencia del usuario
¿Te gusta cuando entras a un enlace en la página de resultados y no es lo que buscas? A tus usuarios tampoco les resulta agradable. De modo que si tu contenido les da lo que buscan se sentirán más impulsados a quedarse y volver.
Mantiene la web actualizada
Puede que un contenido sea útil hoy, pero quizás en un par de meses o años dejé de serlo. Al analizar con frecuencia tus posts descubrirás a tiempo aquellos que deben actualizarse para conservar su utilidad, en especial si el tema está en tendencia.
Recuerda también que Google puede tardar en volver a rastrear el contenido y actualizarlo para la SERP. Por eso, es vital que cures la información cuanto antes.
Posiciona la marca como referente
El contenido curado es una muestra de que la marca está al día con las tendencias, noticias y otros temas importantes relacionados con su sector. Al compartir contenido de calidad, la marca se posiciona como un referente que sabe lo que está pasando.
Esto aporta autoridad a la marca, pues no solo crea contenido original, sino que también filtra y ofrece los mejores recursos.
A su vez, los buenos contenidos generan engagement, lo que lleva a los usuarios a realizar conversiones que los acercan más a tu marca.
Ahorra tiempo y recursos
La curación de contenidos te ayuda a crear textos bien optimizados que requerirán poca o ninguna corrección en el futuro cercano. Además, serán menos necesarias las auditorías de contenidos, o usarás ese recurso para otros aspectos más técnicos.
¿Cómo hacer una buena curación de contenidos en 6 pasos?
Pasemos ahora a la práctica: Aprender a hacer una curación de contenidos:
#1 Define tus objetivos y audiencia
El primer paso de una curación de contenidos efectiva es definir los objetivos. Algunos podrían ser mejorar el posicionamiento orgánico, generar más engagement o ir educando al público sobre tus productos y servicios.
Con esto en mente le puedes dar el enfoque adecuado a cada contenido, más allá de la intencionalidad de la keyword principal. Claro, para eso es crucial conocer a la audiencia o segmento puntual al que te dirigirás.
Con base en las características del público podrás determinar el formato de la información, por ejemplo, si será una noticia, una guía o más bien un tutorial.
#2 Investiga y selecciona fuentes fiables
Encontrar buen contenido base es posible si sabes dónde buscar. Herramientas como Google Alerts, BuzzSumo y Feedly son muy útiles para filtrar fuentes de información confiables por nichos, con lo cual ahorras mucho más tiempo que si lo haces desde un motor de búsqueda.
Presta más atención a las fuentes con mayor autoridad, tanto por su reputación en línea como por la experiencia y sapiencia de la persona tras el contenido. Aunque no es una fórmula mágica, en la mayoría de los casos estas webs son más confiables que las menos rankeadas.
Una vez que encuentres una buena fuente, guárdala y crea alertas en torno a sus publicaciones para estar al tanto de lo más nuevo. Eso sí, no te conformes con unas pocas fuentes, mejor ten una buena cantidad de opciones para contrastar todo siempre (que es el siguiente paso).
#3 Filtra y organiza la información
Recuerda que todos tenemos sesgos cuando transmitimos una información, por lo que no te puedes fiar al 100% de una fuente automáticamente. Además, puede suceder que el creador del contenido trate el tema superficialmente o que no sea exacto.
Por lo tanto, debes hacer un análisis y filtrado manual del contenido, lo que implica leerlo con detenimiento para entender el tema. También, elimina las partes redundantes para quedarte solo con lo que vale la pena.
Luego que hayas definido qué información es útil, tienes que organizarla. Para eso, te pueden servir herramientas como Trello o Notion. Con ellas puedes crear listas, páginas, cuadros y otros elementos visuales para ordenar la información y tus ideas. Hasta te permitirán crear flujos de trabajo para que lleves un control progresivo de tus publicaciones.
#4 Añade valor al contenido curado
Antes, cuando explicamos qué es la curación de contenidos, vimos que no solo se trata de encontrar buena información, sino que también hay que adecuarla a tu propio estilo para que sea atractivo para tu público. Esto es añadir valor al contenido.
Hay distintas técnicas que puedes usar. Una de las más comunes es resumir la información, es decir, mostrar una explicación más sencilla y breve. Esta opción es útil para el público más conocedor que solo quiere un vistazo general, tal vez porque es experto o porque no tiene tanto interés.
Otra forma de añadir valor al tema es ofreciendo tu propia opinión, algo que es muy valorado por el público de hoy que suele darle valor a las reseñas y opiniones de otras personas.
Si no tienes mucho dominio del tema, podrías fusionar varios contenidos para crear uno más fresco o más completo. Por supuesto, debes plasmarlo con tus propias palabras para que no sea considerado plagio. Y si vas a traducir, no te quedes con los resultados básicos, haz una curación manual.
#5 Optimiza el contenido para SEO
Tanto si tu objetivo principal es el SEO como si no, todos tus contenidos deben estar optimizados para posicionar. Lo primero que debes hacer es un keyword research y definir qué términos son los más importantes para usarlos en el título, los subtítulos (h1, h2, h3…), y en el texto general.
Las metadescripciones también son importantes, pues estos resúmenes sirven para atraer al cliente. En ellas también puedes usar keywords de forma natural.
Algo parecido pasa con los textos Alt para las imágenes. En ellos es posible agregar una pequeña explicación de la foto para mejorar la accesibilidad y también es útil para agregar unas cuantas keywords más al contenido.
No te olvides insertar links que lleven a otros contenidos de tu web que tengan relación temática. Esto sirve para mantener al usuario en el sitio y mejorar su experiencia. Los enlaces externos también son valiosos, ya que indirectamente generan autoridad web.
#6 Distribuye el contenido estratégicamente
El último paso es la distribución del contenido curado. Obviamente, debes empezar por tus propios canales, o sea, blog, redes sociales, newsletter, entre otros; pues es la forma más directa de hacerle llegar el contenido a tu público objetivo.
En este punto también hay herramientas con las que puedes simplificar el proceso. Metricool, Buffer y Hootsuite te permiten programar publicaciones en redes sociales y otros canales de difusión para mantener un buen ritmo y no perder la oportunidad de impactar al público en el horario perfecto.
Después de publicar el contenido hay que hacerle seguimiento para ver si está consiguiendo los resultados deseados. Fíjate en métricas como el CTR, el tiempo de permanencia, los rebotes y las conversiones. Estos datos te serán de mucha ayuda en las siguientes curaciones.
Conclusión
La curación de contenidos digitales es un proceso que te ayudará a crear publicaciones de alto valor para tu audiencia. Si bien es un tanto extenso y requiere de mucho tiempo, es indispensable para lograr objetivos de conversión y posteriores ventas.
Como vimos, tiene importantes beneficios, como mejorar el posicionamiento web, incrementar la autoridad de marca, mejorar la calidad del contenido y hacer que la experiencia de usuario sea más agradable. Y, a la larga, curar el contenido ahorra tiempo y recursos.
Por supuesto, esto si realizas la curación de contenidos siguiendo los pasos que te explicamos. Recuerda que puedes adaptar el proceso a tus necesidades, usando las herramientas que prefieras. Lo importante es que puedas crear un buen contenido que haga crecer tu marca.
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