Hoy en día, saber qué es un hosting y los tipos de servicios de alojamiento web que existen, es esencial para aquellos que están dando sus primeros pasos en el mundo digital.
Ya sea que quieras empezar con una Web corporativa, un blog o eCommerce, necesitas confiar en un proveedor que gestione y almacene tus datos, sea ágil y garantice la disponibilidad de tu contenido Online en todo momento.
Aquí es cuando debemos optar por un buen servicio de hospedaje virtual. Por lo tanto, en este artículo, vamos a definirte qué es exactamente, para qué sirve y qué consideraciones debes tener en cuenta para contratar uno.
¿Qué es un hosting?
Un hosting es un servicio que proporciona espacio en servidores de internet para almacenar y hacer accesibles los archivos y datos de un sitio web.
Básicamente, es un lugar en la nube donde tu página se “mantiene a flote”, cuando un usuario escribe la dirección de tu dominio Web en su navegador de preferencia. Éste se encargará de mostrar el contenido de tu web las 24 horas del día y los 7 días de la semana.
Recuerda que los servidores almacenan archivos como imágenes, textos, videos y bases de datos.
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Diferencias entre un hosting y un dominio
Muchas personas no saben diferenciar entre un hosting y un dominio Web, así que lo explicaremos en 5 puntos clave para que puedas entender a profundidad:
» Función principal
El dominio es una dirección web única que las personas usan para poder acceder a un contenido de internet. La identidad de tu sitio es .
Por su parte, el hosting es un espacio de almacenamiento para guardar datos y archivos.
» Propósito
El servicio de alojamiento Web guarda y sirve los archivos que componen tu página como contenido multimedia, scripts y otros elementos fundamentales para que el sitio sea funcional.
El dominio, facilita la ubicación y el acceso de una web.
» Propiedad y registro
Los dominios se registran y adquieren por medio de proveedores de dominios autorizados, suelen renovarse anualmente y pueden cambiar de propietario después de una expiración.
El hosting es un servicio de tipo alquiler segmentado en planes adaptados a distintas necesidades y periodos de tiempo (mensual, trimestral, semestral, anual, etc). Adicionalmente, no tienes ninguna propiedad sobre el servidor físico en el que se aloja tu sitio.
» Inversión/Precio
El precio de un dominio depende de su extensión (.com, .net, .org, .shop, entre otros) y la demanda.
El hosting tiene un precio asociado que varía según el proveedor y el tipo de plan que elijas (compartido, VPS, dedicado, entre otros).
»Independencia
Cambiar de hosting implica migrar todos los archivos y datos de tu página a otro servidor. Si no se hace correctamente, puede interrumpir su disponibilidad.
Ahora, puedes cambiar el proveedor de tu alojamiento, pero sin cambiar tu dominio, ya que este es independiente y se puede redirigir a cualquier servidor web.
¿Qué tipos de hosting web existen?
Cuando se trata de elegir un servicio de alojamiento Web adecuado para tu sitio, es importante que conozcas las particularidades de cada tipo para contratar el que más se ajuste a tus requerimientos.
Hosting compartido
El hosting compartido es la alternativa más común y económica a la hora de contratar un servicio de alojamiento web.
Este es el tipo más económico debido a su modalidad, en la cual, muchos sitios comparten los recursos de un mismo servidor. No obstante, es ideal para webs pequeñas o que recién están comenzando.
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Hosting VPS
El VPS o Servidor Privado Virtual es una opción intermedia entre el hosting compartido y el servidor dedicado.
En un VPS, la web comparte un servidor físico con otros, pero se le asigna un espacio virtual privado. Esto proporciona mayor control, personalización y rendimiento que del compartido para sitios de características medianas.
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Cloud hosting
El Cloud hosting utiliza una red de servidores interconectados para alojar tu página en varios servidores virtuales.
Tú decides si incrementar o reducir recursos, esto garantiza una gran disponibilidad y escalabilidad.
Recomendamos este servicio en webs que experimentan picos de tráfico y requieren más confiabilidad.
Servidor dedicado
El servidor dedicado es la opción más potente y costosa, porque consigues un servidor completo para tu página web.
Esto quiere decir que, tendrás un control total de los recursos y configuraciones, seguramente te estés preguntado: ¿Y quiénes pagan este tipo de hosting?
Bueno, más que todo, propietarios con webs de gran envergadura, aplicaciones complejas o empresas que necesitan mucha seguridad y rendimiento.
Hosting administrado o gestionado
En este caso, es un servicio de alojamiento web en el que el proveedor se encarga de administrar y mantener el servidor en el que se aloja tu sitio web.
En otras palabras, el hosting ofrece servicios como configuración del servidor, actualizaciones, seguridad y soporte técnico, entre otros.
Es perfecto para aquellos que no cuentan con experiencia o prefieren delegar la gestión del servidor en expertos.
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Reseller
También llamado «de reventa», es aquel que contratas para ofrecerlo luego a terceras personas generando ganancias con ello.
Este tipo de servicio, más que de hospedaje, por lo general es un servidor dedicado que se contrata con el propósito de revender el servicio de almacenamiento a otras personas (por lo general en forma de un VPS o de uno Compartido).
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¿Cómo escoger al mejor servicio de hosting?
Con tantas empresas ofreciendo sus planes, se vuelve complicado escoger el mejor servicio de hosting.
Para saber qué elegir, ten en cuenta lo siguiente:
1. Identifica las necesidades actuales de tu proyecto
Considera la magnitud del sitio web que estás creando y cuánto tráfico esperas.
Por ejemplo, si estás configurando un blog personal con un tráfico moderado, uno compartido puede ser una opción rentable para empezar.
Si tu situación es el lanzamiento de una tienda online con un catálogo extenso y anticipas un tráfico elevado, podrías requerir de un hosting más potente como un servidor VPS o incluso un servidor dedicado.
No podemos dejar de lado la complejidad de tu sitio, no es lo mismo construir una página web simple con contenido estático que una aplicación compleja que requiera bases de datos y muchos recursos.
Esto puede ser una cuestión de sentido común, pero no está demás resaltarlo.
2. Define tu presupuesto
No importa el tipo de negocio, proyecto o emprendimiento que queramos llevar a cabo, incluso en el mundo digital, todos tenemos un presupuesto tope para iniciar.
En los planes de un hosting, los precios varían considerablemente según el tipo de hosting y las características ofrecidas.
Como habrás entendido, el hosting compartido suele ser la opción más asequible, con planes que van desde unos pocos dólares al mes, existen empresas que por un precio de 3-4$ al mes, alojan tu web.
El servicio compartido es excelente en la mayoría de los casos iniciales, a medida que vayas creciendo, evalúa si los recursos y el rendimiento son suficientes o si debes actualizar.
3. Soporte técnico
La calidad del soporte es crucial cuando surgen inconvenientes inesperados con tu sitio web, asegúrate de contratar un proveedor que brinde una óptima atención al cliente disponible 24/7.
Imagina que estás presentando problemas de carga en una campaña de ventas, debes contar con un equipo técnico que aborde rápidamente la situación para su solución.
Ya que esto puede marcar la diferencia entre ganar o perder clientes.
4. Seguridad y fiabilidad
Investiga las medidas de seguridad abordadas por el hosting, fíjate si generan copias de seguridad regulares, protección contra malware, ataque DdoS y cortafuegos.
Si planeas adentrarte al comercio electrónico, debe haber medidas de seguridad sólidas que ayuden a mantener la información segura y garantizar la continuidad de las operaciones comerciales.
Y, por supuesto, el hosting tiene que ser ese seguro que lo permita.
5. Facilidad de uso
Si estás dando tus primeros pasos en la administración de sitios web, tienes que disponer de un panel de control sencillo de comprender para poder llevar a cabo una gestión eficiente.
Por ejemplo, imaginemos que quieres instalar WordPress, el proveedor debería facilitar un instalador automático con una interfaz de administración que simplifique la configuración y el mantenimiento del sitio.
6. Localización de los servidores
¿Sabías que la ubicación de los servidores puede influir en la velocidad de carga? Si tu mercado objetivo se encuentra en una región geográfica específica, comprueba que el hosting tenga servidores alojados en las cercanías.
Por ejemplo, si estás en España y tienes una web que ofrece servicios psicológicos, te recomendamos optar por un hosting con servidores cerca, o en la propia región.
La velocidad de carga es uno de los factores SEO más determinantes por parte de Google.
7. Escalabilidad
La capacidad de escalar a medida que creces es fundamental. Esto es más común en comercios electrónicos que experimentan un aumento significativo en el tráfico durante las temporadas de ventas.
El proveedor tiene que ser flexible con el añadido de recursos adicionales de forma rápida para que puedas abastecer la demanda.
Conclusión
Ahora que ya sabes qué es un hosting y todos los factores que debes tener en cuenta a la hora de contratar uno.
Solo queda ponerte manos a la obra y dar el siguiente paso en tu proyecto digital, no olvides que debes ajustar tus requerimientos en paralelo a las necesidades de tu crecimiento.
Y, tú, ¿Sabías qué es un hosting y para qué sirve?
¡Déjanos tus impresiones en la caja de comentarios!
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